Descansá la mente un ratito y llenate de ideas de bien, de palabras que traen esperanza, de pensamientos de paz.


lunes, 23 de noviembre de 2009

El llamado

Hay un dolor en mi corazón desde hace ya un tiempo, hoy es muy fuerte. A medida que nos acercamos a la primera decada de este nuevo siglo, hay un sentir generalizado a lo largo de la iglesia, un clamor desde lo más profundo de aquellos corazones que buscan el rostro de Dios. El Espíritu de profecía, Jesucristo mismo, advierte nuestro interior con una llama que arde, con un quebrantamiento por el estado de su iglesia santa, de su novia que duerme y no se prepara para su regreso, porque el amado novio viene por su esposa. Nos acercamos al fin, ya es hora de levantarnos. El Espírito Santo clama con gemidos indecibles dentro nuestro, el grita !busquenme, preparense, santifíquense! Ya no es tiempo de paz, si no de guerra. Nuestro enemigo no es de carne y sangre sino huestes espirituales de maldad. Las distracciones son tan fuertes, es el llamado del Señor a volvernos a él como nunca antes, dejarlo TODO. No es nuestro proposito en este mundo el ser feliz. No es nuestro proposito en este mundo centrarnos en nosotros mismos, en nuestras familias, en nuestras carreras, en nuestras nececidades. Todo esto es bueno, pero lo bueno no puede opacar la gloria, atención, honra y dedicacion que cual sólo el Rey de Reyes es digno. Nuestro llamado es a gozarnos y ser felices en él, el resto son bendiciones y añadiduras porque él nos ama y nos regala muchas cosas hermosas como familia, amigos, casas, la naturaleza, y etc. Pero el Señor cela nuestro corazón, ¿cuánto más ignoraremos su voz ? Despertá iglesia, dejá ya tus deseos y egoísmos, ¿no ves que se trata de Dios y no de vos? Cuántas veces me arrepiento, una y otra vez por mi imadurez, por buscar lo mío, por no darle a mi Dios el lugar que me pide. Es que no nos damos cuenta que la ira del hombre no obra la justicia de Dios? Pensamos ser tan justos, que sabemos tanto, tan santos, tan correctos--- pero si no le conocemos de nada sirve. Este es el llamado a buscarle y a obedecerle, ¿tán autosuficientes nos hemos vuelto que pensamos poder vivir y hacer la voluntad de Dios sin esto?

"Por tanto, mis lomos se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto; me agobié oyendo, y al ver me he espantado. Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me volvió en espanto. Ponen la mesa, extienden tapices; comen, beben. !Levantaos, oh príncipes, ungid el escudo!" Isaías 21

"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?" Mateo 6:25

"Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa." 1Corintios 7:29

martes, 17 de noviembre de 2009

Hazme un Radical

Radical: "del latín radix ("raíz"), significa así de raíz o de base, refiriéndose sobre todo a un punto de vista profundo, sustancial, más aún si es aplicado a alguna convicción, práctica, análisis o propuesta.

No confundir con otras palabras similares, como fanático (extremismo irracional), ortodoxo (extremismo religioso) o reaccionario (extremismo de derechas)."


Quiero amar radicalmente. Quiero servir radicalmente. Jesucristo es la raíz, yo olivo silvestre plantado por gracia. El es la vid, nosotros sus pampanos.

"Señor hazme un radical, como el aguila volar, no quiero revolotear" M. Witt